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Peleas sin sentido: Casualidades de la vida

Me pongo a ver y veo las cosas que pasan  a mi alrededor, cosas curiosas que no pasan desapercibidas, al menos para mi ojo.

Hay tres parejas que cada que una pelea y se separa, las otras dos también. Ni por que se pusieran de acuerdo, hasta risa me da. Dentro de lo trágico que esto puede ser no para los adultos que al fin y al cabo ya saben lo que hacen, sino por los niños que se ven envueltos en situaciones que no entienden.

Peleas sin sentido
Foto de: Shutterstock

Y es algo que nunca me explico cuando las parejas pelean por bobadas, por que se pone uno a ver y se da cuenta que los motivos son tan insignificantes que no vale la pena.

Lo malo del asunto es que al ratico ya uno de los dos está recapacitando y reculando de lo dicho, pero no siempre se dan las oportunidades de rectificar, pues se dicen cosas en momentos de calor que ofenden y hacen que la contraparte ya no quiera nada por el momento y si se descuidan le ponen reemplazo de inmediato para que no haya tiempo de volver a la misma lora.

Al menos una de las parejas no tienen hijos, son dos personas dispares pero que se entienden. Ella es mayor que él y las peleas son por supuestas infidelidades del chico que de pronto quiere descarriarse un poquito y se deja pillar, pero luego la convence de que son chismes y vuelve la mula al trigo.

Otra de las parejas que son las que más se han separado, debe ser por que el hijo ya tiene 4 años, o sea que tienen más experiencias en separarse y volver, es un vaivén que marea a cualquiera. Hoy se quieren y al otro día se quieren es pero matar, donde ya no se aguantan y lo que quieren es salir corriendo.

Algo recurrente pues si ya se conocen lo suficiente y saben que siempre volverán a lo mismo, no sé por qué vuelven y tratan de arreglar lo que no tiene arreglo. Es como una porcelana cuando se quiebra por más que la quieran pegar, nunca volverá a ser lo  mismo.

La otra pareja hace menos tiempo, pero ya van batiendo records de separación. Cuando la mujer amanece con el mico al hombro, arma pelea por cualquier cosa y culo alzado se va con sus cosas y una bebé que tienen. Para al momento volver con la cola entre las piernas y como perro arrepentido pidiendo perdón y otra oportunidad.

Siempre ponen al bebé de escudo para que la otra persona ceda y acepte que regrese, pues sabe que es el punto débil y de eso se aprovechan para poner como un juego algo que debería ser serio. Les parece muy divertido estar dando lora cada dos por tres.

Hasta el momento cada pareja dice que es la definitiva que no volverán. Amanecerá y veremos, lo dejo por escrito para tener un precedente de ver quien flaquea primero.

Analizando estas cosas pues no son los únicos que conozco que se separan y vuelven, los hay a montones y más hoy día que el nivel de tolerancia es cero, me pongo a especular y se da más en parejas donde en sus casas el pan de cada día es vivir a los gritos y a los golpes, se les hace normal vivir de esta forma, pues no han conocido otra manera.

Creo que yo soy de lo anormal que se ve, pues también vengo de una casa donde no conocí a mi padre, pues él murió poco antes de yo nacer, pero sí conocí a un padrastro que era como un padre para mi, pero me tocó ver como mi madre y él peleaban como perros y gatos, hasta llevarme ella en las madrugadas hasta donde él amanecía con su amante y ver como le tiraba de la ira que le daba encontrarlo acompañado, algo que me parecía muy feo.

Y dentro de mi inocencia yo misma me decía que eso jamás lo haría el día que tuviera un compañero, si veía que ya no me quería, pues me separaría de él sin problemas, mucho menos hacer escándalos delante de mis hijos o para que todo el vecindario se diera cuenta de los problemas que había en casa.

Debe ser por esos recuerdos de mi niñez que el oír peleas, ver o sentir que las cosas no andan bien en alguna casa, me pone tan mal, siempre relaciono la violencia con lo que me toco vivir sin pedirlo, pero que tampoco se lo deseo a nadie.

[piopialo]Es tan fácil vivir en paz, si para pelear se necesitan dos[/piopialo], pero si creo que para vivir maluco es mejor separados que en un infierno, que los hijos no sean una excusa para luego echarles en cara lo mal que les tocó vivir.

Algunos niños de padres separados van creciendo con problemas de personalidad, pues el ambiente donde se van criando son diferentes y algunos padres terminan resentidos con su pareja y piensan que hablándole mal al niño-a de su padre o madre harán que les cojan chirria, sin saber que los perjudicados son los pobres que crecerán con inseguridades y resentidos.

Esto se ve mucho más cuando alguno de los dos se consigue otra pareja, si no son lo suficiente maduros para aceptar la situación cogen a las pobres criaturas como carne de cañón para hacerle la vida miserable al que se haya atrevido a ponerle suplente.

¿Cómo llevan ustedes sus relaciones: con peleas constantes o más paz y amor?

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

20 respuestas a «Peleas sin sentido: Casualidades de la vida»

Las peleas es algo que nunca que comprenderemos porque no estamos en su situación, a lo mejor a uno le parece desde a fuera una bobada pero jamás sabremos que hay detrás de todo ellos, porque a lo mejor ellos saben que es una bobada pero traen cosas arrastrando y eso hace que peleen. En fin, cada quien tiene la relación que quiere porque así la aguanta, ya solo queda que uno recapacite, aprenda de experiencias ajenas o de nosotros mismos y continuemos de una mejor manera. Saludos

Qué razón tienes, Amparo. Afortunadamente, crecí en un hogar donde había problemas, pero no de engaños ni de celos, sino de aquellos problemas que existen en todo los hogares. Mis padres discutían como todo el mundo, no se ocultaban para reñir pero, nunca nos involucraron en ellas, ni a mí ni a mis hermanos.
Creo que entre ellos, siempre hubo amor del bueno, del real porque es que además, mi padre estuvo junto a mi madre hasta el último de sus suspiros y nunca más volvió a casarse tras su muerte.
Y yo, creo que sigo ese ejemplo, en donde discrepar era sano y, que cuando no hay acuerdo, es mejor dejar la discusión para otro día, cuando tengas más claro lo que tienes que defender, sin la necesidad de agarrarse de los pelos. Es lo que estamos intentando enseñar a nuestra hija, aunque los niños de hoy en día son muy diferentes a como éramos nosotros a la misma edad.

Que pena discutir y poner a los hijos de escudo como dices.
Cuando hay discusiones fuertes y no son esas típicas tontas que en todas las casas hay, lo mejor es hacerlo sin que ellos estén delante.
Lo peor de las discusiones, es cuando se llega a las manos y no solo son palabras feas…
Ahí es mejor poner punto y final.

Hola, me gustó la entrada. En mi casa si había pelea y si no metan por medio, pero mis padre siguen juntos a pesar de ellas, y ya van más de cuarenta años de casados. En mi caso las peleas son mínimas y por memeces, pero en ningún momento o eso creo que metemos a nuestros hijos, a no ser que sean causante de ellas. Es un tema interesante y que debería de leer todo el mundo. Gracias.

Mi relación es muy tranquila, creo que la única vez que peleamos éramos novios y nunca más, como me dice mi pareja: para pelear se necesitan dos y normalmente tratamos de llevar nuestras discusiones sin peleas fuertes, siempre desde el respeto y la buena comunicación, al menos lo intentamos siempre 🙂

¡Hola! Yo no he experimentado ese tipo de peleas que mencionas porque aun no tengo familia. Pero si me parece que ciertas peleas son comunes en todas las parejas y/o familias. Es imposible que no existan. Si tenes razon en que muchas veces son innecesarias, pero otras son inevitables y solo hay que superarlas.
Muy buena la entrada, muy informativa y también para reflexionar.
¡Nos leemos!

En mi caso ha habido de todo sobre todo en períodos de mucho estrés.. pero la verdad es que nos queremos y nunca nos hemos planteado separarnos. Tenemos el carácter muy fuerte ambos y a veces cuesta encontrar el punto donde parar pero ya te digo yo que por un niño se para cuando haga falta, a veces ha estado en medio de alguna discusión y luego me he sentido fatal pero vamos, nada q se salga de la normalidad (o al menos eso espero). Muaksss

Existen peleas que se pueden evitar, pero hay otras que simplemente no, y aunque parezca una tontería ante los ojos de los demás, solo sabrán su verdadera razón la pareja que discute, como dice el dicho «nadie sabe las goteras que tiene el rancho, solo lo saben los que viven en el» pero por el motivo que sea nunca se debe discutir al frente de los hijos, porque aunque no lo notemos esos los perjudican

En mi casa durante un tiempo mis padres discutian bastante y eso a mi me afectaba, es mejor resolver los conflictos lejos de los hijos pero sobre todo enseñarles que a pesar de que sus padres discuten, ninguno de los dos es malo por ello.

Es verdad que en una relación no todo puede ser siempre color de rosa, siempre habrán to tenías por las cuales unos tengan una discusión pero si a la final lo comprenden y pasa de un tonto rato, eso es genial pero ya de ahí intervenir terceras personas se y usar a criaturas que no tienen que ver en el cuento, es una falta de madurez total. Eso sí me.pone de los nervios pero en fin hay de todo en este mundo.

Creo que en las parejas a veces se dan peleas absurdas y otras no tanto. Esos momentos en los que a ella le molesta algo que hace/dice él y este no se da cuenta o no lo entiende como algo malo y ahí se armó. Y claro que al revés también pasa, porque se suelen juntar carácteres distintos 😉 Lo importante es que quede en nada y a seguir adelante, bss!

Ciertamente para pelear hacen falta dos.

Si es por una infidelidad es obvio que hay que poner punto y final a la relación, pero si es por boberías lo mejor es trabajarse uno mismo.

Y nunca, nunca, discutir delante de los niños, puesto que aún no saben gestionar esas cosas de mayores.

Un abrazo.

¡Hola! La verdad, es que hay muchos tipos de peleas. Los que pelean por tonterías, pero es la excusa porque han tenido un mal día o una mala palabra con alguien, etc. Otro tipo los que no pueden estar ni juntos ni separados, por el tipo de carácteres que tiene o los que discuten por motivos justificados, etc. Vamos, como lo que nos has contado tu., de las 3 parejas.
A mi lo que me da pena de las peleas son los pobres niños, que normalmente son los más perjudicados y a veces hasta son la excusa. Es muy triste.
Yo sinceramente, suelo discutir por tonterias, aunque con el paso del tiempo, cada vez más, discutimos menos y dura también menos.
Muy interesante el post.
Gracias por compartir.
Un abrazo!

Creo que todas los ejemplos de pareja que has puesto tienen en común su inmadurez a nivel personal que lo trasladan a la inmadurez del que han elegido como pareja, y como bien señalas los pequeños son los que sufren tanta inmadurez a su alrededor.
Pero tú eres el ejemplo, de que el pasado no condiciona tu presente si tú no quieres. Si tratas de ser tu mismo sin que te condicione lo que te ocurrió y cómo actuaban tus padres.
Ole por ti y por no dejar que eso dejara huella en ti y te diera la excusa de actuar igual.
Un fuerte abrazo

Hola, Amparo:
En los ejemplos que pones, claramente discuten por pequeñeces pero el problema de fondo es otro que está sin resolver. A veces en las parejas se acumulan cosas que te molestan y tal vez no te atreves a afrontar los problemas. Pero luego se te acaba la paciencia lo pagas con el otro con la siguiente cosa que te molesta de él/ella y explotas por una cosa que aparentemente no es importante.
Es normal que haya alguna discusión en una pareja y puede servir para limpiar el aire. Pero desde luego discutir permanentemente es mala señal y empezar con un baile de «nos separamos, volvemos, nos separamos…» no es bueno para la pareja y menos para los niños implicados. Tristemente, como dices, pueden ser comportamientos aprendidos en la niñez de los padres pero hay ejemplos como tú que han aprendido a buscar una relación sana.

Como tu dices, para pelear hacen falta dos y si los dos no quieren no hay pelea. Debe ser muy duro vivir peleando todo el tiempo, duro para la pareja y también para los hijos, si los hay, porque crecer en un ambiente así seguro que les da problemas de personalidad o de relaciones con otros niños o se lo dará en el futuro.
Todos tenemos malos días pero mejor salir a tomar el aire que pelear por bobadas

Amparo has tocado aquí un tema bastante delicado. Yo pienso que los desencuentros son importantes dentro de una relación de pareja, pero que malo cuando esto ocurre a vox populi y hasta los vecinos se enteran y le llevan la cuenta a uno de cuando se va y cuando regresa, y peor aún, que triste cuando ponemos a los hijos por el medio como filtros de toda la desdicha que vive la pareja. Si uno crece viendo este escenario, hasta cree que es normal este comportamiento, pero también está el caso como te ocurrió a ti que lo viste tanto, que lo que menos que quieres es repetirlo en tu vida, porque fíjate con toda la edad que tienes y todavía hablas de ello como algo que afectó mucho tu infancia. Yo he aprendido a discutir saludablemente con mi pareja, tratando de ser sensata y no hiriente, porque definitivamente la relación de pareja es una de las materias más difíciles que nos coloca la vida, y así como debemos aprender a amar, también debemos aprender a comunicarnos cuando estamos en desacuerdo con el otro. Saludos.

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