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Cosas que pasan

Haciendo cuentas

A veces yo misma me asusto de lo buena que soy haciendo cuentas, siempre dan  a mi favor. Pocas veces me he tumbado, siempre hay excepciones, pero muy escasas, que me acuerde.

La más reciente me pasó con uno de mis hijos. Ese no se deja tumbar, a pesar de que a mí me salen las cuentas «claritas». Sin embargo, él le pone trabas a todo, hasta que casi me hace caer en cuenta, pero igual no me cuadran.

Haciendo Cuentas

Esta semana le prestamos a una amiga $160.000 pesos. Cuando le fui a devolver el dinero, como ella no me lo llevo completo sino $130.000 y le debía dar a mi hija $150.000, que él le pagaba. Entonces le saque $20.000 más para completar los 150 de mi hija.

Entonces cuando estábamos arreglando cuentas yo le decía que le debía 30, 20 que le saque y 10 para llegar a 160 y él que no, que le debía más y empezamos:

– «Que no, que yo solo le saque 20, para llegar a 150 y 10 más para los 160, me dan 30»,

– Que no que son 50.

– Cómo así, me quiere tumbar o qué.

– Que no, la que me quiere tumbar es otra. Me decía mi hijo

Así estuvimos un rato, y la diferencia seguía lo mismo, porque a mi no me entraba y es que aún no me entra.

Las cuentas mías son más claras, igual me tocó pagarle los 50, porque por ahí trata de entrar algo de luz, pero es que se complica la cosa.

Y entonces él se acuerda de algunas cuentas que he hecho donde sin querer, queriendo he tumbado a los clientes.

Pero es que quién los manda no andar con la calculadora en la mano. Nos ponemos  a hacer la cuentas y nos da más, les rebajo y siempre salen tumbados. Luego que se van es que me pongo a repasar lo que me pagaron, por lo que llevaron y algunas veces salen algunos descuadres, no para mi, al menos.

Pero para qué, si dejan las cuentas en mis manos lo único seguro es que siempre salgo ganando y además que con otros personajes tengo que estar ojo vivo con ellos, que sino me pegan la tumbada del siglo y si me descuido les quedo es debiendo yo, en vez de ellos cuando les presto. [piopialo]Por eso es mejor pecar de aventajada a que me lleven la delantera.[/piopialo]

Lo ideal es anotar, porque los cuadernos pueden con todo, la memoria muchas veces falla y a veces nos hacemos los manuelos a ver si por surte encontramos a los otros en la hora boba y al hacer las cuentas les podemos echar algo de clavija. Aunque lo correcto es que todo cuadre, porque cuentas claras amistades duraderas.

Muchas amistades se han perdido por falta de tacto a la hora de hacer las cuentas y pagar. Se pierden amistades hasta por 100 pesos. En mi negocio muchas pierden la cuadra por  no pagar cualquier bicoca, no saben que las perjudicadas son ellas por no pagar, pues [piopialo]las necesidades no dicen adiós sino hasta luego.[/piopialo]

Luego no tendrán cara para pedirme más fiados, aunque se da con cada caradura, que no les importa ir a que les fié sobre lo que ya deben y hay algunos que tienen la concha de decir que las deudas caducan y se quedan tan quitados de la pena, que ni pagan.

Pero bueno, a veces para conocer a la gente, toca perder, así que si por un peso se pierde al cliente, se evita que luego la tumbada sea más grande, por que ellos son divinos, empiezan pagando a tiempo y cumplidamente y cuando se han tomado la confianza, tome pa que lleve, el guarapazo es apoteósico y lo dejan  a uno sentado, mirando pal páramo.

He sabido de muchos comerciantes que los quiebra los fiados y es que:

[piopialo vcboxed=»1″]Fiar no es vender, es mejor poco pero al contado[/piopialo]

Por Amparo Bonilla

Me considero una apasionada de la vida, soy alegre, optimista y siempre encuentro lo bueno de lo malo. Tengo una filosofía de vida que consiste en hacer lo que me gusta, cuando quiero hacerlo y sobre todo sonreír porque la vida serie es muy aburrida...

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